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Madres 9

 Madres 9 Entrar dentro de un cerebro vacío es desolador. Esa es nuestra misión. Humanos en el desguace. No les quitan la vida. No hay sangre. Es una lobotomía. El cerebro no sufre. El cuerpo vegeta. Están y no están. Si alguien contaba con ellos ahora no responden. Los sacan de en medio. Bastó una noche insomne. Una pregunta pensada sobre la razón de la existencia. Querer saber es la peor de las culpas. No se juzgan con derecho a defensa, se les defenestra. Si tenían amigos y familia los pierden. No saben cuál es su culpa. No saben qué eran. Entran a formar parte de engranajes diversos. Robots orgánicos. Marcia estaba en riesgo. Tenían que intervenir. Sacarla de allí. Para ello hubo la acción coordinada de distintas médiums que bloquearon a aquellas personas presentes en ese momento. No verían desde el consciente, ni registrarían en sus mentes.  Lo hicieron en medio de mucha gente. Así se creaba confusión i no se advertía la pantalla mental de distracción. ¿Por qué interesaba? Ella y

Madres 8

 Madres 8 Nada resultaba fácil. El control cercaba cualquier atisbo. A Marcia la vigilaban de cerca. Su insistente viajar al mismo lugar les hacía sospechar.  Siempre en quien más confías es en quien deberías desconfiar. Era fácil acceder a ella. Su madre no había manifestado interés sexual, pero ella era muy activa. Eso le llevaba a dar entrada en su vida a cualquiera que le estimulara. Ni siquiera su edad había hecho mella en sus impulsos, al contrario. Los años le habían hecho conocedora de sus más íntimos deseos. No se emparejaba. Mantenía esas relaciones mientras duraba el impulso mutuo de atracción y deseo, y posteriormente solía mantener una relación cordial. No tenía intimidad física con sus amigos más próximos. Con ellos era distinto, no se activaba lo carnal. Tenían mucho que compartir. Entre ellos el trato era familiar.  Laila intervino las mentes de esas personas que la rodeaban. Al hacerlo captó interferencias en una. Era joven. Informó de ello. Se pudo trazar su rastro. E

Madres 7

 Madres 7 La ectogénesis reproductiva era el objetivo o finalidad. El género era indiferente. El patriarcado estaba obsoleto. El sometimiento reproductivo de épocas pasadas había dejado de ser una prioridad. Las personas no recibían una educación diferenciada por género. Se las clasificaba según habilidades útiles para la sociedad en que se les incluía. La intervención evolucionista buscaba conservar lo útil y desechar lastres. Para la producción de animales que no debían sacrificarse destinados a acompañar, lo mismo que las plantas, adornando la vida. Cuando un nuevo ser abría sus ojos al mundo lo hacía mecido en los primeros brazos humanos. Por supuesto, la leche materna era administrada con biberón. Era importante el contacto visual. En 1924 un genetista había previsto que para la segunda mitad del siglo XXI la reproducción humana habría cambiado radicalmente. Es posible que tomando modelos naturales, en ese tiempo sin tecnología suficiente pudiera imaginarse. La fecundación in vitr

Madres 6

Madres 6 Una médium entraría en sus sueños. Detectaría a una y a otra. Sus vibraciones le llegarían en su búsqueda. Habría que localizar desde dónde. La resistencia tendría que evitar ser detectada. Ambas eran imprescindibles, tanto para ellos como para los evolucionistas manipuladores de cepas genéticas con dudosa finalidad. Si lograra inmiscuirse en sus sueños, Laila podría desentrañar el camino para salirse de la influencia dañina. Ella tenía esas dotes heredadas por vía materna. Era descendiente directa de aquellas que en otro tiempo fueron perseguidas y aniquiladas. A la resistencia no le hizo falta buscarla. Laila supo de ellos y atrajo su atención a través de sueños conscientes. Entró en ellos paulatinamente. Laila también miraba y veía. En realidad, Marcia y Aicram eran de su misma estirpe. Por eso tenían tan buena sintonía con ella. De Laila no se conocía el origen ni la edad. Era una de las durmientes. Las durmientes eran mujeres que en otros tiempos habían sido perseguidas.

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 Madres 5 Me seguía alguien. Lo noté. Intenté comprobarlo, no fuera cosa de mi imaginación. Primero me paré. Sentí su proximidad. Era una mujer. Más o menos mayor, casi diría que podría ser mi madre. Digo eso sin tener idea de cómo puede ser la mujer que me parió. Estos días me han dejado salir sola. La comunidad a la que pertenezco ha decidido que ya puedo empezar a asumir mi independencia. Nunca formé parte de un núcleo familiar. No tuve destino. Lo que no se conoce no se añora, pero yo siento esa carencia. De niña envidiaba a aquellos que salían cogidos de la mano de una persona adulta, padre o madre, o quien fuera. Se les veía alegres y felices. Eso no lo he sentido nunca. Cuando fui hacía ella no pareció asustarse. Lo extraño fue que mis palabras sonaron ininteligibles. Ella quedó desconcertada. Me hablaba, pero fue imposible entenderse. En sus ojos sentí confianza. Me llaman Ai, para abreviar. Aicram es mi nombre. Único. Eso parece. Ayer me dijeron que ya puedo irme, que puedo el

Madres 4

 Madres 4 Fuera de los círculos legales se investigaban circunstancias aparentemente casuales. Se dice que a todo ser vivo le corresponde un semejante. Alguien que tiene su misma apariencia, pero que no suele coincidir en el tiempo con su réplica. Madres que aparentemente adoptaban eran prestadas sin saberlo a experimentos de selección genética. Cuando Ana pasó por una histerectomía no supo que se le extrajeron óvulos. Esa práctica era habitual. Había un mercado de investigación que no pedía permisos ni informaba de sus prácticas.  Los avances en ese campo eran clandestinos. El personal sanitario desconocía su finalidad. No todos ellos hubieran colaborado. Se elegía minuciosamente, teniendo en cuenta su altruismo. Era más seguro así, porque si hubieran elegido comprar se exponían al mercado del mejor postor. Las creencias son más permanentes. ¿Cómo se iban a negar? El futuro deseable era salvar y mejorar la vida. Hacerlo de forma no intrusiva era el objetivo. En el caso de Ana se utili

Madres 3

 Madres 3 Un tiempo nuevo requiere nuevas estructuras. De un mundo global se pasó a lo local. Los engranajes de la sociedad siempre bajo el control de las mismas sagas familiares. Se había servido el sueño de posibilidad, de que era indiferente cual fuera el origen. Para ello se perdieron las herencias. Se decía que cada nuevo ser pensante, sin importar origen o condición, tendría la misma oportunidad. Siempre hubo clases. Los de arriba y los de abajo. En ese tiempo, los de uno u otro lado desconocían la existencia de los otros. Todo estaba bajo control. Programado. Sobre todo las relaciones entre las personas. Aparentemente no se les forzaba, pero no había sustitución generacional. De una persona sola o una pareja no se obtenía otro descendiente. El primero y único era suficiente. Marcia no sabía de su origen. Ella renunció a dejar descendencia. Eso se gratificó dándole mayor sensación de libertad. Ella no sufría el acoso en su hogar. Nunca llamaban a su puerta a altas horas de la noc