Madres 2
Madres 2 No quise procrear, ni adoptar. Mi decisión fue radical. Eso me supuso perder relaciones con personas que querían formar familia con descendencia. Yo lo tuve claro. Casi desde muy niña. Mi madre adoptiva me regalaba muñecas. Yo no jugaba con ellas. Me gustaba hacer dibujos en los libros ilustrados de su biblioteca. En eso fue tolerante. Nunca mostró enfado. Al contrario. Creo que vio en ello una inquietud creativa que le fascinó. También los rasgaba y recortaba, haciendo montajes caóticos, pegando esas partes en muebles y paredes. Para ello tenía una masilla azul que me permitía mover los montajes y modificarlos. De aquello, Marcia dejó constancia en archivos digitales de fotografía y vídeo. En ellos escucho su voz. No soy artista. Me he ganado la vida, como se suele decir, vendiendo aire y haciendo crecer las riquezas de los pocos que disponen de ella. No me quejo. Saqué mi parte. Vivo con comodidad y dispongo para cubrir de sobras mis necesidades. Aquella biblioteca ya no es